No
es tontería lo de cuestionarse lo de ser un buen pintor. Yo me lo cuestiono
constantemente, excepto cuando me cuestiono otras cosas que son muchas y muy
numerosas, y en las que invierto casi todo el tiempo, a excepción de cuando me
cuestiono lo de ser un buen pintor. A veces estoy pintando y me digo: - tío,
esto es una mierda; o - tío, esto es muy
fácil de hacer, no tiene ningún merito, o – tío, esto es un engaño y por lo
tanto estas engañando a la peña pictórica. Y todo esto, fíjense señores, que es
cuando, mas o menos la cosa me va saliendo bien. Ahora bien, redundando, lo que
nadie me podrá quitar de la cabeza es que para ser un gran artista hay que
comerse mucho la cabeza. Yo como verán me la como, pero además doblá, doblá: (la cabeza, la del cuerpo, coño, que son unos
mal pensados). Y estoy dale que te dale a que si esto que hago es arte, a que
si mis cuadros tienen algo que ver con la creación artística, ya sea por los colores elegidos, o por las nuevas formas
que me invento, o que si inventar formas acaso es arte; a que si crear una
forma nueva de exponer algo, que no expresar algo, es arte? a que si te da
buena sensación espiritual, es arte? que si te da así como una mirada armoniosa
de color y formas es aportación a lo pictórico? que si se parece al original?
que si no, que si el peso cromático es apto? Que si lo haces rápidamente está
para el aprobado artístico?. En fin, que podría estar toda la tarde así pero me
está entrando una pajada mental que se mestá ablandando el cerebelo.
Asinque
como decía un poca más arriba, quizás no sea un gran pintor, pero artista, soy
un artista de muchos cojones, porque me como el tarro: antes de pintar,
mientras pinto, y cuando veo lo pintado. He de comprarme una libretilla e ir
apuntando todas las divagaciones psicocromaticas que se me ocurran, y escribir un libro con ellas. Ahora tengo una
libretilla, pero para apuntar todas esas otras difunciones de las de estar por
casa, porque la separación de Paula me ha dejado en cuestión, pues así como a
ojo de buen cubero, de casi todos los aspectos de la vida: el trabajo, las
aficiones, los hijos (para que sirven por ejemplo), la interrelación con el
resto de la humanidad masculina, el bienestar de una dieta vegetariana, mis
creencias religiosas, mis ideales políticos, reciclar si o no, qué pensar de la
muerte de Fidel, el IPC, la decoración de mi nueva casa, para que guardo todo,
porque todo lo tiro, la relación parental. Para qué sirven los padres. Que
música me tiene que gustar, me amnistío fiscalmente?
De
la cosa femenina aun no estoy preparado ni para prepararme la preparación para
el abordaje del tema y mejor que así sea y así lo quiero que ya me reventaría
el head-balón. Y lo peor de todo: para que he votado a Podemos, si a mí el que
me gusta es Arias Cañete: dales caña cañete.
En
fin que estábamos en lo de comerse la bola con lo del arte y lo de apuntar las
ocurrencias más señaladas. Y publicar un libro. Por lo menos y así lo creo, el mío
se entendería. Porque lo que es el de Grombich ……. o ya el copón, el del señor Ramón
Gaya, es que lees y lees y relees lo leído y no entiendes nada. A mí me jode no
entender que dice el tío pues se de muy buena tinta que aquí el señor era muy
competente escribiendo ….. y opinando y disertando de un tema del que estaba
muy informado como es el tema del arte; y eso me jode porque me da a mí que pensar
que:
a)
es que soy analfabeto artístico
b)
es que soy gilipoyas de la vida
c)
es que no entiendo de lo simple que soy.
Y créanme
ustedes que sé muy bien de lo que hablo pues como la narrativa actual es
bastante mediocre y de putísima mierda (excepto el señor Marías que también le
da bastante al coco) pues me trago para dormir ensayo tras ensayo tras ensayo
de arte, casí estoy.
Hete
aquí a continuación un ejemplo:
Tal efecto es, sin duda, el que Miguel Ángel se
propuso conseguir. Uno de los secretos de su arte que más ha maravillado
siempre es que cuanto más agita y contorsiona a sus figuras en violentos
movimientos, más firme solido y sencillo resulta su contorno. La razón de ello
estriba en que, desde un principio, Miguel Ángel trato de concebir figuras como
si se hallaran contenidas ya en el bloque de mármol en el que trabajaba; su
tarea en cuanto que escultor, que el mismo dijo, no era sino la de quitarle al
bloque lo que le sobraba, es decir suprimir de él lo necesario hasta que
aparecieran esas figuras contenidas en sus entrañas. De este modo, la simple forma
de un bloque quedaba reflejada en el contorno de las esculturas, y estas,
encajadas dentro de un lúcido esquema por mucho movimiento que el cuerpo
pudiera tener.
A mí
no me toquen los cojones pero esto que ostias quiere decir.
Yo
no me lo creo.
ESTE ES MIGUEL ANGEL REVILLA, QUE NO TIENE NADA QUE VER CON EL ARTE, NI EL FUTBOL NI NA DE NA. PERO ME HA SALIDO EN GUGUEL AL PONER MIGUEL ANGEL