Acabo de recibir un correo electrónico del mismísimo Josemari Aznar en el que me expresa que está indignadísimo por lo publicado en la entrada del bloj "la misión social del arte parte 1". Me dice, y no sin razón, que la solución a la crisis no se la ha guardado pa él solito, sino que ha publicado un libro donde todos podemos acceder al milagro. - pues tío, majete: que quieres que te diga. Empieza por mandarle una copia a todos los jefes de estado del G-nosecuantos, que por si no lo sabes también ellos andan un poquito de aquella manera con lo de la crisis.
De todas formas pido disculpas por el grave error cometido.
adjunto foto dedicada del propio Josemari de la contraportada del libro.
Es muy posible que un cuadro que no contenga mas que dos rectángulos pueda causarle a su autor mas inquietudes que las que le produjo a un artista del pasado pintar una madona. Este último sabía que se proponía; contaba con una tradición por la que orientarse, y la cantidad de decisiones con las que tenía que enfrentarse era limitada. El pintor abstracto con sus dos rectángulos se halla en una posición menos envidiable. Puede trasladarlos de lugar por toda la tela, intentar un número infinito de posibilidades y no saber nunca cuando y donde detenerse. Incluso aun no compartiendo su interés, es preciso que no tomemos a broma la tarea que se ha impuesto a si mismo
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